EL OLFATO POLICIAL ES UNA HERRAMIENTA DE TRABAJO:

Que siendo la capacidad, años, y experiencia del personal policíal, la facultad desarrollada con la práctica de su labor diaria, que lleva a formar un instinto especial como el “olfato policial” para detectar al delincuente, que naturalmente representa a su opuesto, por las actitudes que expone en el ámbito público, donde ejerce el control social, y que le despierta sospechas por contrariar el curso normal de los sucesos.- 

Como bien puede ser el merodeo por barrios en que es extraño, y ello esta muy alejado a la llamada “portación de cara", mas siendo que en el camino del delito, están previstos los actos preparatorios que pueden prestar a equívocos por su destino incierto, que  pueden estar dirigidos tanto a un fin lícito como ilícito, lo cual tiende a justificar que mientras el hecho no se exteriorice, queda en la mente del sujeto, cuyo fuero privado por principio de reserva legal a la intimidad, esta exento de la intromisión estatal, y por ende de la autoridad de los magistrados, en merito a que sin hecho no hay derecho.- 

Decimos que por primacía de la realidad, es preferible permitir verificar y no atar de manos, para después poder llegar a lamentar de no haber hecho lo necesario para evitarlo, pues es mejor la prevención antes de su comisión, que la represión ante el hecho consumado, el cual jamás podrá ser remediado, en disfavor de los buenos ciudadanos que se deben encerrar, mientras los malos están en libertad.-

En conclusión: Estimamos que el obrar de los agentes deben ser jurídicamente justificado, por resultar una contradicción imponer la obligación de prevención, y al mismo tiempo impedir cumplir el deber que le ha sido impuesto.-

Delegación APROPOBA BERNAL, Octubre 10 de 2.011.--

Luis Alberto Colantoni              Manuel González Caramés

   Comisario (R.A.)                          Comisario (R.A.)

       Presidente                               Vicepresidente