miércoles, 23 de marzo de 2011

EL MEDIATIZADO CASO DEL CRIMEN DE CANDELA, SIRVE A UN SECTOR DE INESCRUPULOSOS PARA SACAR RÉDITO POLÍTICO:

En relación al caso del asesinato de        la menor "Candela Rodríguez" a raíz de espontanea auto-convocatoria a movilización vecinal para peticionar por justicia y seguridad, sin participación de familiar, llegó en forma pacífica hasta la comisaría local de Hurlingham, irrumpiendo en la misma un grupo que convenció a la autoridad policial para que salga a la calle a dar respuesta, lo que derivó en incidentes violentos presuntamente promovido por infiltrados políticos de activistas agitadores de masa que cometieron agresiones personales y daños materiales en las instalaciones policiales, y digo que el Poder Ejecutivo como administrador tiene la obligación de gobernar, el Ministro de Justicia y Seguridad como conductor de la fuerza tiene la responsabilidad política de la seguridad, los fiscales como representantes de la sociedad tienen el deber de investigar los crimines, los legisladores como creadores de la política de seguridad tienen que establecer los códigos penales y procesales, los magistrados como terceros independientes e imparciales tienen que administrar justicia y la policía como mero instrumento tiene el deber de ejecutar las órdenes de todos ellos. Entonces, ¿por qué razón la sociedad descarga su ira contra nuestra institución, sino es más que el medio empleado por el sistema? cuando en verdad la realidad indica inculpar a los magros resultados obtenidos por el sistema mismo, siendo la única explicación que queda es ser quien en las malas dá la cara; y si lo que se reclama es la presunta connivencia entre la policía y la delincuencia, es de desechar la idea, desde que el delincuente uniformado representa el peor enemigo para un policía honrado (que son la mayoría) y a los que aprovechando este caso infortunado hecho, propician el retorno a las viejas recetas que históricamente fracasaron con la intervención política tendiente a eliminar el autogobierno policial, que resulta ser el más apto para ejercer tal función por capacitación profesional y experiencia laboral, consumada sin previa planificación que fuerza a la improvisación de la gestión o comprar proyecto del exterior sin aplicación a nuestra realidad, la reforma y contrarreforma estructural de cambio cultural, no sustentable en el tiempo que generaron inestabilidad de la política de seguridad e incertidumbre institucional, dado a los permanentes cambios de criterios producto de experimentar con aprehender por prueba y corrección de error, cuando la seguridad reviste la mayor seriedad pues en ella está expuesta la vida del ciudadano e impidió la fijación de reglas claras de juego, la purga policial para la depuración indiscriminada que redujo al mínimo al personal más experimentado y restó capacidad operativa a la organización sin ninguna justificación, en contradicción a los fines específicos de la institución ya que en vez de prevenir y reprimir el delito, sólo se limitó a perseguir al personal policial para encubrir la ineptitud de los dirigentes, lo cual ofició en desmedro del prestigio de la repartición, dado a que aún siendo casos aislados se logró instalar en el ideario social su generalización o en último instancia pregonó tratar de una “sensación de inseguridad”, respaldado en elaborados análisis estadísticos que a nadie engañó por oponerse a la percepción de la realidad; la promoción de la legislación garantista que restringió el poder del acción policial; la designación de jóvenes e inoperantes fiscales en la investigación criminal; debido a la escasa formación por cuanto la materia en cuestión no enseña en casas de estudios universitarias y la falta de práctica que obstaron al esclarecimiento de los hechos; y la justicia en favor de la impunidad cuya balanza se inclinó a liberar presos frente a las condiciones inhumanas de alojamiento y superpoblación carcelaria.
En resumen, digo no le alcanzó dos periodos de gestión y casi ocho años de tiempo perdidos para esbozar un resultado positivo y que ahora viene por mas para terminar con la aniquilación policial.

-Fdos. Comisarios (R.A.) Luis Alberto Colantoni y Manuel Gonzalez, Pte. y Vice-Pte. de Apropoba Delegación Bernal.



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